martes, 11 de septiembre de 2012

¿Inocencia?

Y despierto, en un día confuso, nostálgico..
El aire huele a tristeza y el alma pesa.
El sol no brilla y las nubes reinan en un cielo gris.
Ese gris que con sólo mirarlo se clava en los ojos 
y se agarra fuerte a ellos, hasta cegarlos..
Me cuesta salir de la cama, pero a duras penas lo consigo.
¿Estaré enferma? Voy al cuarto de baño e intento mirarme al espejo, 
abro los ojos una y otra vez,
atónita y confusa no logro verme, ésa no soy yo.
Me llevo las manos a la cara, me toco, me siento,
pero no reconozco la imagen del espejo.
¿Puede que sea yo?
¡Imposible!
Yo sé muy bien quien soy y desde luego no soy
ésa mujer de cara seria, ojos apagados, pelo oscuro,
sin sonrisa y cejas sin expresión.
Siempre he sido la niña de rizos rubios, tez blanca, 
inocente, alegre, vivaracha, ignorante, inocente..
Inocencia.. Eso es lo que nos hacia ser niños 
y por lo tanto felices..
¿Habré perdido esa inocencia?
De repente oigo unos pasos acelerados que se 
aproximan hacia mi, se abre la puerta y aparece
una niña.. Me sube un escalofrío por la nuca.
 ¡Ésa! ÉSA SOY YO.
Con una sonrisa de oreja a oreja y un pastelito
en la mano, se acerca a mí y me da un abrazo lleno de energía.
Llegó a mis oídos una vocecita tan dulce que se me ablandaron
todas las extremidades de mi cuerpo;
- ¡Feliz cumpleaños mamá! 

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